viernes, 25 de enero de 2013

POEMA, Maria Andrea Gil, SACERDOCIO

Un día fuiste elegido

para pastorear el rebaño

Algunas mansas otras no tanto/

Tu espada fue la Palabra

con la que predicabas/

Tu armadura la humildad

puerta de la oración constante/

Dios te regaló los talentos necesarios

por intercesión del Espíritu Santo

Y allí, Fe, fortaleza y sabiduría

fueron el faro que te guía/

Sumado a esto paciencia y alegría

Son motivo de dicha para la feligresía/

Junto a Jesucristo y mamá María

caminando van los tres de la mano

enseñando con ejemplo de vida

el ejercicio difícil del sacerdocio/

Dios proteja tus labios sellando o abriendo

para bendecir con tus preciosas manos

¡Adelante!

No claudique siervo de Jesús

¡Extiende tus manos y bendícenos!



María Andrea Gil

Diócesis de Neuquén


Gracias María Andrea. Dios te bendiga. 
Foto: Sacada de la Webb 

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