martes, 16 de julio de 2013

POEMA, María de las Mercedes, COMUNIÓN


COMUNIÓN


La tierra toda inerte,
tan arisca y tan seca,
tan estéril, tan pétrea,
se conmueve, se dona
al arrullo del agua
que leve y cadenciosa
la acaricia y la ablanda,
la enternece, la entrega,
suave y dócil, brillante,
a la labor del hombre
que la espera paciente
con saber de artesano
y visión de poeta.

Son canciones de agua
y son sueños de hombre
los que imprimen el alma
a la maleable greda
que renace hecha cántaro
y en un misterio cierto
acoge al agua clara
que bendice el milagro
de un lecho bueno y fresco.

El hombre en su cansancio
camina hacia su encuentro.
Con sus manos ardientes
toma el cacharro nuevo,
lo lleva hasta sus labios
abiertos como en beso.


El agua en su garganta
le sabe a vida plena.
Sorbo a sorbo la bebe,
respetuoso, en silencio.
El hombre en su cansancio
sacia su sed de cielo.

María de las Mercedes
Bs. As. 26-10-07

Gracias Ña Pomona, querida entrañable amiga.   

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