COMPARTIENDO VIVENCIAS, Elsa Lorences, CON QUÉ JUGABA YO

CON QUÉ JUGABA YO

Qué barbaridad! ¡Cómo ha cambiado el mundo! Les cuento: Tenía que comprar el regalo del Día del Niño para mi nieta más chiquita, Delfina, de un año y medio. Natalia ya está por cumplir los 18 años, es toda una señorita, no necesita juguetes. Después de más de ocho años entré en una juguetería. Me paré en el medio del salón y no sabía para donde mirar: Peluches, muñecas de todo tipo, juguetes con luces, especiales para cada mes desde que nace el bebé, cocinas, lavarropas, lava platos, mesas, sillones, hamacas, teléfonos, etc. etc. Lo que se dice un pequeño, gran Babel en juguetes. ¿Y ahora que compro? Me pregunté.

Mientras esperaba que me atendieran, me puse a pensar con qué jugaba yo y recordé que tenía una muñeca de trapo que, a los diez años, mi papá me la tiró por mugrienta. ¡Cómo la lloré! Era para mí toda mi vida, mi hermana, mi compañía. Pero bueno, no vayan a pensar mal, sin juguetes no quedé. Me regalaron un bebote enorme de porcelana de ojos de vidrio y una muñeca “Mariquita” (esa era su marca) que un tío de mi papá me trajo de España y que, tomándola de la manita ¡Caminaba! Pero claro, eran muñecos caros y que aquí no se veían, entonces mi mamá guardó la Mariquita adentro del ropero para que no se estropeara y al bebote sobre el ropero para que no se rompiera. Yo miraba al muñeco desde abajo y mi gato Pirulo se metió en el ropero y le comió las manitos a la pobre Mariquita.

Pero la inventiva de los niños de antes era más poderosa que la de los fabricantes de ahora y, con una tijera, yo recortaba de las revistas las propagandas de los lápices de labios, los esmaltes y rubores y con eso, guardado en una cajita, una cartera y un sombrero viejo de mi mamá, hacía que me arreglaba para salir y jugaba a las visitas.

Estaba en estos ensueños y pensando en lo feliz que fui con tan poco, cuando la voz de una señorita me dijo: -Señora, ¿En qué puedo ayudarla? ¿Necesita algún juguete? Y Colorín colorado, gracias a esta señorita, el sueño se había terminado.

                                                           Elsa Lorences de Llaneza

                                                          elsalorences@yahoo.com.ar

Para vos Damna que tanto lo pediste.

FOTOGRAFÍA: Delfina mi nieta. Un año y medio.