viernes, 30 de enero de 2015

COMPARTIENDO: Inés Gallardo Grau, LA MUJER

Pa servir a un desgraciado
pronta la mujer está
cuando en su camino va
no hay peligro que la asuste
ni hay una a quien no le guste
una obra de caridá.

No se hallará una mujer
a la que esto no le cuadre
yo alabo al Eterno Padre
no porque las hizo bellas
sino porque a todas ellas
les dio corazón de madre
( Martin Fierro)
José Hernández
¡¡¡HERMOSO!!! Gracias Inés Gallardo Grau. 

COMPARTIENDO VIVENCIAS: Victorina Rivera Rúa. SU BLOG.

Una nueva amiga ha ingresado al Blog y nos envía la dirección del suyo para que entremos a ver sus trabajos. 
Bienvenida Victorina. Éxitos en tu emprendimiento.

jueves, 29 de enero de 2015

MICRORRELATO: Inés Gallardo Grau. EL ENOJO...Y LA ALEGRÍA

En este atardecer gris de otoño  y bajo una lluvia finita y suave que se apoya en mis hombros y me acaricia camino lentamente hacia mi hogar, el dìa de trabajo ha sido agotador, solo ansìo mis amadas pantuflas,un plato de comida caliente y el sueño reparador despuès del beso amoroso de mis hijos.
Cruzan por mi mente pensamientos que no quisiera,intento apartarlos pero vuelven una y otra vez.
Mi amada esposa aquella bella jovencita que atrapo mi corazòn con su dulzura se ha ensombrecido,sus dìas son oscuros, su mirada ya no tiene la alegrìa de otros tiempos,intento recuperarla pero su alma dolida  se resiste.
Al llegar me recibe con su mirada triste , enojada me dice cosas que no escucho,sus quejas por la vida no deseada son interminables, mis hijos la contemplan caminar sin rumbo por la casa sin comprender.
Han pasado los dìas y la tristeza sigue habitando mi hogar.
Esta mañana por fin el sol brilla sobre los charcos y los pinta de color cielo es un bello dìa,el amarillo de los àrboles viste el aire de un dorado màgico y misterioso.
-No te vayas Rey Sol entrègame tu tibieza un tiempo màs!
Y el sol en su infinita generosidad me acompaña hasta cruzar el puente de los Enamorados, allì se despide prometiendo regresar.
Inmòvil en el umbral de la puerta espero la mirada entre enojo y tristeza de mi amada,al abrirse me sobresaltan las campanillas que de ella cuelgan,y de pronto un haz de luz me envuelve junto con el abrazo y el beso càlido de la mujer que amo.
La miro sorprendido y por lo bajo timidamente pregunto que ha sucedido.
Entre làgrimas de alegrìa me cuenta que esa mañana perdida y entristecida salio por las calles de la ciudad a la deriva y sin rumbo buscando los trozos de su vida perdidos.
De pronto vio un grupo de personas que esperaban en un portal para escuchar las palabras misteriosas de un forastero, la curiosidad la hizo unirse a esa gente para oir al desconocido, quien con el amor y la alegrìa en los labios y en su mirada les contaba la maravilla de amar cada momento de nuestros dìas,los que se escurren de nuestras vidas sin poder detenerlos.
Les dijo que el amor que ponemos en nuestras manos al ofrecer los alimentos que preparamos en la rutina de todos los dias llega e inunda el corazòn de los que amamos,y que cada instante que nuestro corazòn resplandece hace brillar el corazòn de todos.
Con la mirada de luz de aquella jovencita que conocì una tarde de verano junto al rio me susurro:
"Salì apresurada de esa casa que me pareciò pintada de brillantes colores y corrì hasta cansarme para llegar a nuestro hogar, en el camino busque unas flores en la tienda de Delfina,unos chocolates para los niños en casa de Antonio y una exquisita torta para compartir contigo"
Los niños me miraron sorprendidos y la sonrisa iluminò sus caritas de rosas y la mia.
" Y aquì estoy ofrecièndote este corazòn renovado que comprende que el amor que habita  en èl no muere nunca y que el Dios del Universo extiende su mano sanadora a quien la necesita"
Desde aquel dìa cada hora de nuestras vidas son agradecidas con alegrìa y nuestras cenas compartidas con el misterioso extranjero que cada otoño nos visita amorosamente.

Autora
Inès Gallardo Grau

P/D Que el amor y la alegria esten siempre presentes en nuestros dias, cuando sentimos el placer del aroma de nuestros alimentos,cuando observamos llover a traves de la ventana, cuando nos abrigamos y caminamos por las calles, cuando leemos un libro,cuando una bella musica acompaña nuestra tarde de un perfumado tè,cuando escuchamos de pronto un pàjaro que nos dice que allì esta para nosotros,que la alegria esté en nuestros corazones aun en las horas de tristeza,
Cuando....tantas cosas!!!

¡Cuántas veces en la vida familiar pasan estas cosas! Gracias Inés muy bueno.

COMPARTIENDO: Ramón Delgado, ME VOY SABIENDO





Después de andar un largo camino por el desierto,
          cuando quebrantaba el sol, mis ojos, el pensamiento y la sed resquebrajaba el alma.
Después de las heladas noches de silencio y estrellas inmóviles y milenarias.
Después del último aliento, ya sin miedo, sin fuerzas, sin mañana,
             cuando mis ojos sin luz y mi vida sin horizonte,
                  cuando lo etéreo y lo simple se pierde.
Cuando ya no tenía que perder, sin hora, sin rumbo, absolutamente abandonado,
         allí, estabas mirando mis míseras llagas, mi agonía.

Sin nada en las manos, sin fuerzas, no pude sentir tu presencia, antigua y majestuosa
          besando mis llagas, mis olvidos, mis perdidos años.
Sin palabras, hambriento de vida me desparramaba por una angustia de muerte y olvido;
        entonces Tú venías como una brisa juguetona, bailabas en mi pelo,
                  y un aliento de amor surcaban todos mis espacios.

No tenían ofrendas mis manos perdidas,
mi corazón era un ramillete de ausencias repetidas a lo largo del camino,
       nunca dije tu nombre.
                No mire tus ojos de cielo,
                         ni escuche tus palabras de vida.
Impávido, y presuroso me tendí en la extensa llanura de tus manos,
     y sin recuperar el aliento me deje estar, deje de ser para ser contigo y no pude,
          te extendías en la infinitud del tiempo y del espacio.

Desde entonces ya nada entiendo, no sé qué sombras me cubren día a día,
        sigo mi camino buscando tu asilo,
Tú me alimentas en medio de la nada, caen sobre mí,
   tormentas,
        cataclismos,
                     devastaciones,
y sin verte, sin descubrir tu presencia,
         sin escuchar de ti ni una sola letra,
me voy sabiendo que Tu, hermosura sin límite, ternura inexplicable
                            siempre me acompañas con tu aliento  de vida.


                                                          RAMON DELGADO

Mil gracias Ramón. Dios te bendiga.

SAN PEDRO NOLASCO: 29 DE ENERO

Mercader nacido en Barcelona.
En 1203 Pedro Nolasco, como seglar, iniciaba en Valencia la redención de cautivos de manos de los musulmanes. Con su propio patrimonio organizaba expediciones para negociar redenciones. Su condición de comerciante le facilitaba esa labor. Después fundó grupos para recaudar la limosna para los cautivos.
En la noche del 1º al 2 de agosto de 1218 se le apareció la Virgen pidiéndole que fundara una orden que se dedicara a la redención de los cautivos.
El Papa Gregorio IX la aprobó en 1235 y le dio la regla de San Agustín. Estaba compuesta por religiosos y caballeros que recibieron la institución canónica del obispo de Barcelona y la investidura militar de Jaime I. Sus miembros se obligaban, por un cuarto voto, a entregarse como rehenes para la liberación de los cautivos si no tenían el dinero necesario para su rescate. Los mercedarios pronunciaban cuatro votos: pobreza, castidad, obediencia y, cuarto, estar dispuestos a entregarse como rehenes si ése fuera el único medio de cumplir con su promesa. Muchos eran, por entonces, los cristianos capturados y vendidos como esclavos a los musulmanes de África, lo que siguió ocurriendo hasta que desapareció la piratería. Los mercedarios cumplieron con la promesa hecha y en su historia constan, perfectamente documentadas, 344 redenciones y más de 80.000 redimidos. En 1248, cuando Fernando III de Castilla toma la ciudad de Sevilla, Pedro Nolasco lo acompaña y, poco después, funda el Convento de la Merced Calzada de la Asunción.
Pedro Nolasco fue canonizado y su fiesta se celebra el 29 de Enero. Se le representa vistiendo el hábito blanco de los mercedarios, con unas cadenas rotas que simbolizan la liberación de los cautivos, un estandarte con las armas de la Corona de Aragón, una cruz y un ramo de olivo.
Zurbarán le representó en un ciclo de cuadros para el convento de los Mercedarios de Sevilla, conservados hoy en el Museo del Prado de Madrid, y que constituyen la iconografía más conocida de este santo.
Es el Patrón de El Viso del Alcor (Sevilla), debido a la vinculación de esta población de los Alcores sevillanos con la orden mercedaria.