lunes, 27 de julio de 2015

POEMA: Eduardo Martínez Zendejas (México)


Hola, ¿Quién eres tú pequeño amigo?

Pues ya lo vez, tan solo un paria,

que vagando solitario por estas calles de Dios,

afanosamente busco el sustento para el día,

alguna mirada sentía y ¿Por qué no? algo de amor.



¿Más que pasa en tu mirada que a momentos

se ve triste y por momentos muy cansada?

La mirada es la ventana por la que atisbando atentos,

tu puedes medir la dicha que cada uno lleva dentro,

y si tristeza en mi observas con esa vista amorosa,

es que mi pecho está lleno de miedo, tristeza y derrota.



¿Y caminas ya de noche sin temer a un enemigo?

Tan solo los poderosos en esas penas se muestran,

a los que vamos vagando por la vida en la miseria

no hay quien nos haga caso, y si pueden evitarse

de la fatiga de vernos, mejor será para ellos.



¿Pero qué vida la tuya? Vagando, siempre en la calle,

sin tener cabal concierto de lo que vendrá mañana,

o tal vez en un momento.

La vida olvida a unos, y a otros otorga un techo,

unos tienen el bocado y lo llevan al dispendio,

a otros nos da bien poco, y solo buscando de lleno,

podremos sobrevivir en este mundo, algún tiempo.

Y la plática tan grata con mi amigo pasajero,

tocó a su fin al instante en que arrojándole un hueso,

él lo tomó entre sus fauces y me miró en el silencio,

sus ojos rieron conmigo, tal vez solo agradeciendo,

y retomó su camino con su pasito bien lento

moviendo en compás su rabo, y con sus orejas alzadas

se perdió en el movimiento de tantos seres que acaso

de su pesar son ajenos, y que nunca habrán de creer,

de esta charla tan amena que sostuve yo aquel día,

con este olvidado ser.



EDUARDO MARTÍNEZ ZENDEJAS

     (MÉXICO)


Me encantó Eduardo. Como siempre tus poemas son increíbles. 

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