miércoles, 9 de septiembre de 2015

Una anécdota de "PLATERO Y YO"



Muchos estaréis familiarizados con Platero y yo, célebre relato de Juan Ramón Jiménez, la tierna historia de un “asnucho” (como lo llamaba el propio Juan Ramón)

Con toda probabilidad, escribió esto debido a que la primera edición fue publicada por la editorial La lectura, cuyo director le había rogado a Juan Ramón un libro para su nueva biblioteca para niños. A pesar de todo, no estaba en los planes del autor difundirlo entonces, pues lo reservaba para la publicación de sus “obras completas”, que luego jamás entregaría. ¿Por qué lo hizo, entonces? Según explicó Carmen Hernández-Pinzón, sobrina nieta del poeta y representante de sus herederos, “jamás habría visto la luz si no es por un enfado con su amada Zenobia, que retrasó una traducción de Tagore que él había prometido entregar a un editor y para la que tenía que contar con la gran ayuda de ella”.
Agobiado, Juan Ramón no tuvo más remedio que entregar Platero y yo, animado también por Giner de los Ríos, fundador del Instituto de Libre Enseñanza. En palabras de Hernández-Pinzón, Giner “le dio el espaldarazo total al libro porque en él se daban también todos los principios de la Institución Libre de Enseñanza: el amor por los animales, la naturaleza, la sencillez, la vida en el campo, los valores humanistas y universales…”. En cualquier caso, en 1917 fue publicada la edición completa, con 138 capítulos, y Juan Ramón se planteó ampliar el libro hasta los 190 e incluso lanzar una segunda parte titulada Otra vida de Platero, algo que nunca sucedió.

Fuente: http://www.iberlibro.com/

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