martes, 23 de mayo de 2017

POEMA: Nelly Esther Vichich HAY UN SITIO

   HAY UN SITIO 

El Santuario es el lugar
donde el calor del encuentro,
flamea en el interior
de las almas caminantes.
Espacio de conversión,
de especiales bendiciones…
porque la fe compartida
tiene el poder de abrir cauces,
cuando el riego es la plegaria
sobre simientes de amor…
y el Espíritu cultiva
al vivir la comunión.

Un día llegaste al valle
Madrecita peregrina,
de la mano del pastor;
modelada en travesías,
mimetizada en el viento,
mostrando la piel curtida
del camino polvoriento,
para invitarnos a orar.
Y fue tu materno rol
que abrevió la trayectoria
entre tus hijos dispersos
con tu andar de misionera.
 
Abrigada en poncho criollo
acercaste la Esperanza,
envuelta en un manto rojo,
cobertor de Santidad…
la que el Niño del establo,
a todos quiere impregnar.
Que se hace pan y alimento
y en el vino Sangre nueva
como ofrenda protectora
que confiere Salvación,
porque revive en la Misa
su promesa universal.

Y los años pasarán y pasarán peregrinos;
y propones como Madre,
los misterios del rosario
para misionar con Vos.
Y nos invitas a todos,
a quienes se han alejado
o a los que cerca no están…
a que sigamos a ese Hombre,
que, henchido de compasión,
marcó profundas sus huellas
hacia el Padre, nuestro Dios.

Tú lo sabes Mamacita,
¡somos grandes presuntuosos,
en un mundo de quebranto!
¡Ayúdanos a quitar
esa prisión de egoísmo
que, al corazón puso rejas;
para ser dignos obreros
y las manos de Jesús,
de un Jesús que dio su vida
y la volvió a recobrar,
inundando de alegría
nuestro camino pascual…!
¡Oh Bendito Redentor!

 NELLY ESTHER VICHICH 

Querida Nelly, mil gracias por tu compartir.

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