sábado, 30 de diciembre de 2017

REFLEXIÓN: María de las Mercedes (Chascomús) 2017 CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO

2017- CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO

Este año el último domingo de adviento engarza directamente con la natividad. Es realmente la espera del que ¡ya nace! ¡ya! .
En la mesa familiar a las 24 hs comienzan los abrazos los besos, los buenos augurios, los brindis. Para los que profesamos la fe en Jesús, es una verdadera celebración espiritual.
Se cumplió la promesa: “—No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.”(Lc. 1, 30-33)
Pero  sabemos que ese reino se gesta lentamente, que la luz se va abriendo entre tinieblas, que su construcción es ardua aunque plena de gozo y que siempre se encontrarán piedras y fuertes resistencias en el camino. En el mientras tanto hemos sido enviados por su Rey, Nuestro Señor a ser mensajeros de su Evangelio en medio de un mundo hostil y reticente a su mensaje de Paz, Amor y Justicia en todos y para todos.
Como tantas otras veces, en nuestro país esto último se ha hecho patente en los últimos días. Mientras muchos(los más) nos preparábamos internamente para acoger la bendición de las fiestas en un clima de armonía; otros(los menos ) desataban su agresividad y furia en las calles.
 Por supuesto, no hablo de las manifestaciones pacíficas y en orden y tampoco es mi propósito entrar en consideraciones políticas, en justificaciones o condenas desde lo social, de dilucidar quiénes son los responsables, quiénes los culpables, quiénes las víctimas; tampoco para buscar explicaciones  psicológicas sobre el porqué de estos hechos repudiables. Simplemente los señalo como síntomas de una sociedad que no encuentra su rumbo, que se aparta permanentemente de los designios del Dios que nos dio tanta riqueza natural y de seres humanos con talento y capacidad constructiva; que nos donó todo lo que se necesita para ser un país grande, próspero y justo. Un país que llegó a ser ejemplo en el mundo y hoy (y desde hace tiempo) muestra una declinación realmente angustiante.
Pero, como lo señalan las Escrituras, en medio de la oscuridad la luz se percibe con mayor brillo, con las dificultades se templan los espíritus y del borde del precipicio nos rescatan las manos del Altísimo. Todo esto lo vivió y nos lo enseñó con su palabra y obras Aquél que aguardamos y al que festejamos con júbilo en la Navidad.
Nos demostró que muchas veces es entre espinas donde prosperan las plantas más fuertes y más fructíferas y  que de esas pruebas debemos sacar los nutrientes para
SABER CRECER

Si lo verde florece sobre espinas
libre es el aroma, el color,
libre es la vida,
porque la espina hiere
más el perfume cicatriza.

La herida, siempre,
una enseñanza deja.
El que lo aprende,
cantando sigue erguido,
sin temor camina

y recoge la flor
y agradece la espina
que lo ha hecho crecer,
le dio sabiduría.

El que sufrió lo sabe
y en libertad prosigue su camino
y agradece la flor
y acepta las espinas.
Para lograr la paz en nuestro derredor primero es necesario trabajar para obtener la paz interior. Nadie puede dar, ofrecer ni contagiar algo que no posee.
Pidamos, pues, la asistencia del Espíritu para lograrla, resguardarla y donarla.
Con nuestra Madre María aguardemos con Esperanza al que ha de nacer, al Señor que da la Paz.
Y mientras esperamos y edificamos tiempos mejores, oremos con fervor:
“VEN SEÑOR JESÚS ” (Ap.22, 20).
  “JESUCRISTO, SEÑOR DE LA HISTORIA TE NECESITAMOS”. AMÉN.

 LES DESEO UNA NAVIDAD EN  PLENITUD, PAZ Y ARMONÍA  Y UN PRÓSPERO Y JUSTO 2018
María de las Mercedes, Chascomús- 22-12-2017 

Igualmente para tí Pomona. Que el Señor te regale Larga y buena vida para compartirla con el Blog. Bendiciones. Elsa.

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